MI HISTORIA

Comencé mi viaje en el mundo del pilates a los 17 años tras una lesión en la rodilla que me obligó a considerar el deporte. Tras explorar una amplia gama de deportes, desde la natación hasta el levantamiento de pesas, en busca de fuerza y control sobre mi cuerpo, descubrí el pilates. Fue en ese momento cuando empecé a comprender realmente el impacto que la postura tiene en el cuerpo y la mente.

La postura se convirtió en el eje de mi transformación. Me di cuenta de que una buena postura no solo corrige la mecánica del cuerpo, sino que tiene un efecto profundo en la estabilidad, la fuerza, el bienestar emocional y la confianza en uno mismo. Cuanto más mejoraba mi postura, más cambios notaba, tanto físicos como mentales. Mi cuerpo comenzaba a alinearse y, con ello, mi autoestima se fortalecía.

Me formé en Miami en pilates clásico y, al terminar, ya tenía mi primer trabajo. Poco a poco, fui notando un patrón en todas las personas con las que trabajaba, sin importar su edad o condición física: la postura siempre era el punto de partida para mejorar su salud y bienestar. Una buena postura proporciona estabilidad, lo que no solo mejora la mecánica corporal, sino que tiene un impacto directo en la mente y el autoestima.

Mi enfoque en la postura no solo atrajo a mujeres, sino que también comenzó a atraer a hombres interesados en mejorar su rendimiento físico, incluidos atletas de alto rendimiento y futbolistas profesionales. Descubrí que la postura era clave para su éxito: les proporcionaba mejor estabilidad, mayor fuerza y flexibilidad, lo que se traducía en un rendimiento superior.

Hoy en día, trabajo principalmente con mujeres, ofreciendo clases privadas donde analizamos y corregimos la postura, porque sé que ese es el punto de partida para transformar su bienestar. Además, organizo retiros de belleza y bienestar donde trabajamos el cuerpo, la mente y la piel desde todos los ángulos. Estos retiros, que han sido un éxito durante años, son un espacio donde las mujeres pueden mimarse, conectarse y aprender a quererse a sí mismas.

MI VISIÓN

La manera de desarrollar la musculatura, desde el equilibrio y con estiramientos y fuerza fue la cura para todos mis males, la clave para mantener la postura más sana y la clave que me hizo apasionar por la docencia.

Movida por una enorme necesidad de ayudar a los demás a cultivar la salud, desarrollé un método nacido de la experiencia, el conocimiento de la anatomía, la intuición y la observación.

Viajar por todo el mundo para actualizarme con maestros que me apasionan y me inspiran forma parte de mi trabajo.

Además, la colaboración con profesionales de la salud: osteópatas, fisioterapeutas e incluso neurólogos, me enriquece a la hora de encontrar soluciones y de ofrecer otro plano de tratamiento.

Creo que la postura de nuestro cuerpo nos afecta a nivel físico y emocional. Nuestras vidas están sometidas a cambios y presiones que nos desarmonizan constantemente: corregirla es terapéutica, a mi misma me ha cambiado la vida.

Cada día compruebo que esto hace libres a las personas ya mi me apasiona poder

ofrecer estas herramientas.